Silvia Alcedo "Megasilvita" | De Emprendedora a Ícono de la Repostería

Megasilvita comparte su viaje desde emprendedora accidental a referente en repostería creativa, con pasión, honestidad y un nuevo proyecto de cookies online.

EMPRENDIMIENTO, MODA Y NEGOCIOS

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El viaje de Megasilvita: Pasión, emprendimiento y repostería creativa

La historia de Silvia Alcedo, conocida en el mundo digital y de la repostería como Megasilvita, es un testimonio de cómo la pasión, la resiliencia y el espíritu emprendedor pueden transformar una vida y abrir caminos inesperados. Desde sus inicios accidentales en la repostería hasta convertirse en una referencia nacional, Silvia ha sabido reinventarse, aprender y compartir, siempre manteniendo la autenticidad y la honestidad como pilares fundamentales de su trayectoria.

De la adversidad al emprendimiento

La vida de Silvia estuvo marcada desde muy joven por la pérdida de su madre, una experiencia que la obligó a madurar rápidamente y asumir responsabilidades familiares. Junto a sus hermanos, aprendió el valor del trabajo duro y la importancia de cuidar a los suyos. Esta etapa difícil forjó en ella una personalidad luchadora y emprendedora, que más tarde sería clave en su desarrollo profesional.

Antes de dedicarse a la repostería, Silvia exploró diversos caminos laborales. Tuvo una tienda de móviles, trabajó en zapaterías y otros negocios, siempre con una visión empresarial clara y una inquietud por no ser “domada” como empleada. Su espíritu emprendedor la llevó a buscar oportunidades y a aprender sobre gestión de negocios, apoyada también por su marido, quien comparte esa pasión por el emprendimiento.

El inicio en la repostería: Un hobby que se convirtió en profesión

La entrada de Silvia en el mundo de la repostería fue completamente casual. Todo comenzó con el primer cumpleaños de su hija Eva, cuando decidió hacerle una tarta especial. En aquel entonces, hace casi dos décadas, no existían los blogs ni las redes sociales como hoy; la información se compartía en foros como Mundo Receta. Silvia, siempre creativa y con afición por las manualidades, se sumergió en la búsqueda de recetas y técnicas, aprendiendo rápidamente y adaptando recetas inglesas y americanas a su gusto.

La primera tarta, aunque imperfecta a sus ojos actuales, fue el punto de partida de una pasión que la llevó a explorar técnicas novedosas como el fondant y a compartir sus conocimientos con otras personas. Su habilidad y creatividad pronto le abrieron puertas, y comenzó a impartir cursos por toda España, enseñando y aprendiendo de sus alumnas.

Legalidad y profesionalidad desde el principio

Uno de los valores que Silvia destaca en su trayectoria es la legalidad. Desde el inicio, se registró como autónoma y buscó siempre operar dentro del marco legal, incluso cuando no existían epígrafes específicos para la repostería creativa. Esta profesionalidad le permitió consolidar su negocio y ganar la confianza de sus clientes y alumnas.

Durante dos años, Silvia recorrió España impartiendo cursos, lo que le permitió no solo enseñar, sino también aprender de la diversidad de personas con las que interactuaba. De esta experiencia nació su pasión por compartir, que más tarde se canalizaría a través de las redes sociales.

La evolución digital: De los foros a Instagram

El boom de la repostería creativa

La llegada de las redes sociales supuso una revolución en la forma de compartir y aprender. Silvia fue testigo y protagonista del boom de la repostería creativa, especialmente de las tartas decoradas con fondant y buttercream. Su tienda online, pionera en España, surgió como respuesta a la demanda de materiales y herramientas que no se encontraban en el país, obligándola a importar productos de Alemania y otros lugares.

La tienda online de Megasilvita se convirtió en un referente, con clientes en toda España y Europa. Silvia gestionó el crecimiento con prudencia, evitando endeudarse y manteniendo siempre una visión realista sobre la naturaleza cíclica de los negocios. Su éxito se debió, en parte, a ser una de las primeras en el sector, lo que le permitió consolidar su posición y adaptarse a los cambios del mercado.

Redes sociales: Honestidad y autenticidad

Aunque Silvia ha colaborado con grandes marcas y ha tenido presencia en redes como Instagram y Facebook, nunca se sintió cómoda con el papel de influencer. Para ella, la autenticidad y la honestidad son fundamentales, y rechaza las directrices y la artificialidad que a menudo dominan el mundo de los creadores de contenido. Prefiere una gestión orgánica y natural de sus redes, enfocándose en su negocio y en compartir lo que realmente le apasiona.

Su primer post en Instagram fue una flor hecha de pasta de azúcar, reflejo de su creatividad y de los inicios de la plataforma, cuando solo se compartían fotos y todo era más espontáneo. Silvia reconoce que el boom de la repostería era previsible y supo aprovecharlo, manteniendo siempre la humildad y la profesionalidad.

Adaptación y creatividad en la repostería

Influencias internacionales y adaptación al paladar europeo

Aunque la repostería americana e inglesa le llamaba la atención por su creatividad y presentación, Silvia siempre ha buscado adaptar las recetas a los gustos europeos, caracterizados por menos azúcar y sabores más delicados. Su objetivo ha sido mejorar las recetas y ofrecer postres que sean una verdadera experiencia, no solo un final dulce para una comida.

Para Silvia, el postre es el elemento primordial de cualquier comida. Un buen postre puede transformar la experiencia gastronómica y dejar una impresión duradera. Sus favoritos son los cinnamon rolls, las cookies estilo New York y una tarta de merengue, frambuesa y crema que ella misma ha perfeccionado y cuya receta comparte en su blog.

El nuevo proyecto: Cookies “para chillarle”

Tras años de formación, cursos y gestión de tienda, Silvia se embarca en un nuevo proyecto: la producción y venta online de cookies estilo New York, con una presentación espectacular y calidad top. El nombre del negocio, “Cookies para chillarle”, surgió de una expresión que Silvia utiliza habitualmente y que su hijo propuso como marca. Tras un estudio de mercado y la búsqueda de un nombre rompedor, decidió apostar por esta coletilla andaluza, que ya ha generado gran aceptación en redes sociales.

Silvia aconseja a los emprendedores no consultar a familiares o amigos sobre el nombre de sus negocios, sino buscar opiniones objetivas de personas del sector. La historia detrás de su apodo, Megasilvita, también es curiosa: surgió como un nick para su correo electrónico, creado por un amigo y socio, y terminó convirtiéndose en su identidad digital y profesional.

Familia, valores y resiliencia

El legado de sus padres

La pérdida de sus padres marcó profundamente a Silvia, pero también le transmitió valores esenciales: el trabajo duro, la lucha por los objetivos y la previsión financiera. Aunque reconoce que no siempre ha seguido el consejo de ahorrar, sí ha sido prudente en las inversiones importantes y en la gestión de su negocio.

Su padre, en particular, vio en ella el potencial emprendedor y la apoyó en sus primeros pasos empresariales. Aunque no pudo ver el éxito de su tienda, Silvia guarda con cariño el orgullo que él sentía por su hija.

Infancia y recuerdos

A pesar de las dificultades, Silvia recuerda su infancia como maravillosa, llena de juegos, familia y experiencias al aire libre. La enfermedad de su madre fue un episodio traumático, pero también le enseñó a valorar la vida y a enfrentar los retos con madurez.

La cocina siempre ha estado presente en su vida, aunque prefiere la repostería por su componente creativo. La cocina salada le resulta menos atractiva y más estresante, aunque reconoce que tiene buena mano y disfruta de platos sencillos y caseros.

Vida personal y aficiones

Sencillez y cercanía

Silvia se define como una persona sencilla en sus gustos, tanto en la comida como en la vida cotidiana. Prefiere ambientes familiares y tranquilos, y disfruta de la comida casera y de compartir momentos con amigos y seres queridos. Uno de sus lugares favoritos es el restaurante Little John, donde aprecia tanto la comida como el ambiente y la personalidad de su amigo Juan.

En cuanto a preferencias culinarias, prefiere la tortilla sin cebolla por cuestiones de salud, aunque le gusta más con cebolla. Si pudiera elegir con quién compartir una comida, escogería a Jennifer López, a quien admira como mujer y artista.

Deporte y vitalidad

El deporte ha sido una constante en la vida de Silvia desde los 22 años, entrenando al menos cinco días a la semana. Esta disciplina le ha permitido mantener un equilibrio entre su pasión por la repostería y la necesidad de cuidar su salud. Aunque no tiene interés en deportes nuevos, admira la fuerza de voluntad de los corredores de fondo y comparte la afición por el deporte con su marido.

Amor por los animales

Silvia es amante de los gatos y tiene tres, a quienes considera parte fundamental de su vida. Aunque antes no se veía como una persona de animales, ahora no imagina su vida sin ellos.

Fiestas y tradiciones

Aunque no es muy aficionada a las fiestas populares, disfruta de la Semana Santa por su componente artístico y emocional. Prefiere la tranquilidad del hogar y los encuentros familiares a las celebraciones multitudinarias.

Reflexiones sobre la vida y el futuro

El deseo de inmortalidad y el superpoder de la vitalidad

Si pudiera elegir un superpoder, Silvia optaría por la inmortalidad y la juventud eterna, con el deseo de ver crecer a sus hijos y nietos, siempre manteniendo la salud y la vitalidad. Para ella, la mayor satisfacción es que sus hijos la vean como una superheroína, fuerte y feliz.

Solidaridad y compromiso social

Silvia y su marido colaboran activamente con organizaciones como Médicos sin Fronteras, Cruz Roja y otras, aportando mensualmente lo que pueden. Considera fundamental ayudar a quienes lo necesitan, recordando que ella misma hubiera agradecido ese apoyo en sus inicios.

El impacto de las redes sociales

Aunque reconoce el poder de las redes sociales para conectar y compartir, Silvia es crítica con su influencia negativa, considerándolas herramientas de control y manipulación. Prefiere el uso de internet para aprender y trabajar, y no es consumidora habitual de televisión o series, salvo su afición por “Stranger Things”.

Música, cine y literatura

Silvia disfruta de la música moderna y variada, sin prejuicios de género. En cuanto a cine, su película favorita es “La lista de Schindler”, que considera la mejor de la historia. La lectura no es una de sus grandes aficiones, salvo los libros de cocina y algunas novelas románticas familiares.

Viajes y experiencias

Entre las ciudades que más le han impactado están Roma y Nueva York, aunque su visita a esta última fue una aventura accidentada que espera repetir en mejores condiciones. Para Silvia, viajar es una experiencia enriquecedora, pero su lugar favorito para desconectar es su casa, su templo y refugio.

Cambios y mejoras en su ciudad

Silvia vive feliz en Rota y aprecia la limpieza y la estructura del pueblo. Si pudiera cambiar algo, sería la envidia y la tendencia de la gente a meterse en la vida de los demás, un fenómeno que considera común en los pueblos y en la sociedad en general.

Conclusión: Una vida de pasión, trabajo y autenticidad

La historia de Megasilvita es la de una mujer que ha sabido transformar la adversidad en oportunidad, guiada por la pasión, la creatividad y el espíritu emprendedor. Su trayectoria en la repostería creativa, su capacidad de adaptación y su compromiso con la autenticidad la han convertido en un referente para quienes buscan emprender y vivir de lo que aman.

Silvia nos enseña que el éxito no es solo cuestión de talento, sino de trabajo duro, honestidad y capacidad de reinventarse. Su vida es un ejemplo de cómo, incluso en los momentos más difíciles, se puede encontrar la fuerza para seguir adelante y construir un camino propio, siempre con la mirada puesta en el futuro y en el bienestar de los que más queremos.

Entrevista completa pulsando aquí